1 nov 2010

spiders

una canción tímida, comenzando pacíficamente y antecediendo al cariño.
por fin, luego de un año y medio, comenzando a hablar de "nosotros"
esperando plantearse interrogantes sobre Dios, sobre los que están en el cielo escuchándonos, si es que están por ahí.
me pregunto por qué él nos dejó y comienzo a imaginar cómo sería si volviese.
¿por qué no nos salva de nuevo?
él brilla en sus creencias, les pide que lo liberen, que desaten sus manos.
pide la paz, pide el amor que ya se ha esparcido tanto que pasa desapercibido.
y nos aseguramos que nosotros también podemos arreglarlo todo.
es verdad, no teníamos idea que nuestras súplicas hechas canción podrían ser escuchadas.
es tan terrenal este modo, lleno de gente que nos deja deseando más, no dándonos lo suficiente.
me ayuda él ahora, me ayuda con una sonrisa a darle un toque de simpatía a mis dudas religiosas.
roguemos a ellas, a las arañas. roguemos que nos liberen. que traigan la paz, el amor, como sólo ellas pueden.
lo repetimos, esperemos que en la repetición esté la certeza; y esa mirada que brilla, esa boca que sonríe gracias a mí me invitan a creer que yo misma puedo traer la paz y el amor, al menos a él mismo.
una mano en mi pelo, su sonrisa derritiendo mi corazón y mi estómago a la vez. y yo, rígida y ahora poniéndome a su altura, que ya no sé qué más hacer.

No hay comentarios.: