volveré a reencontrarte del mismo modo en que te dejé ese día en el aeropuerto.
esa mañana de julio de 2021 te acompañé al aeropuerto para luego soltarte la mano y dejarte ir camino a Francia. la promesa que me hiciste la noche anterior contemplaba volver, contemplaba recibirme en tu nuevo hogar, contemplaba que siguiéramos unidos.
te vi llorar y te vi dudar en tu abrazo esa noche, preferiste liberarte de mis brazos, levantarte de la cama y respirar. te extrañaba ya tanto.
mi corazón dolía y duele aun al recordar esa mañana en el aeropuerto cuando, por primera vez me pediste un beso luego de decirme que ya te correspondía abordar el avión. te fuiste y yo también di media vuelta, soltándonos de la mano.
salí del aeropuerto y volteé a mirar el lugar donde ya no estabas. lloré con el alma partida... dividida... porque por sobre todas las cosas deseo que encuentres tu felicidad, si es con alguien más, si es en otro lugar aun la deseo. pero tu presencia en mi vida es algo que no puedo pasar por alto. prometimos mejorar cada quien en sus defectos y por nuestro propio lado. con esa promesa me dejaste.
cuando ya te habías ido me escribiste un mensaje en el que me llamaste amor... y entonces, ¿por qué me cuesta tanto creer que me amas? a diferencia de otros seres humanos, eres un hombre recto, de una palabra.
he luchado por mejorar, ser más atlética, ser más inteligente, ser más feliz. claro que los retos mayores quedaron para ti y te he extrañado ya por ocho meses.
considerando nuestras promesas de amor y de mejora, volveré a verte en dos días y sin embargo he estancado el tiempo en ese momento en que te solté la mano, luego de la solicitud de un último beso; para mi acabaste esa mañana y tu imagen ha quedado estática, te vuelvo a encontrar puro y fiel como te dejé. si acaso tu corazón, tu cuerpo o tu mente han sido corrompidos en el lapso de ocho meses lo ignoro y no deseo enterarme. mi único fin es verte a los ojos y sentir tu calor.
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